NEFRÓLOGO

La creatinina es el marcador que se utiliza de manera más accesible para medir la función renal. Cuando los riñones sufren un daño (diabetes, hipertensión, medicamentos) a lo largo del tiempo, suelen alterar sus valores. Esperar a los síntomas suele ser tardío, ya que normalmente no aparecen hasta que la función cae por debajo del 15%; Por lo que, ante alteración en niveles de creatinina y/o eventos de daño renal, es necesaria la valoración.

La nefropatía diabética es la principal causa de enfermedad renal a nivel internacional y sus síntomas suelen pasar desapercibidos o no dar alguno. Cuando no hay control, puede existir una pérdida mayor al 10% de la función renal por año, por lo que todo paciente con diabetes debe de acudir a valoración para su control y así retrasar el daño renal.

La hipertensión arterial sistémica es la segunda causa de enfermedad renal, manifestándose con síntomas como dolor de cabeza, zumbido de oídos o de igual manera, no dar ningún síntoma. En los menores de 40 años y sin otras enfermedades conocidas, puede ser secundaria a trastornos renales. Es necesario acudir a valoración para detección temprana y tratamiento oportuno.

El fallo renal ocurre cuando se ha perdido más del 90% de la función renal y es necesario elegir una terapia de reemplazo renal (trasplante, hemodiálisis o diálisis peritoneal) para evitar las complicaciones de este estadio terminal. Como nefrólogo, realizo la valoración personalizada de mi paciente, sus deseos y necesidades para así, elegir la opción correcta en conjunto.

Es el tratamiento curativo del fallo renal. Consiste en recibir un riñón de un donador vivo o fallecido. Cuando se detecta a tiempo el fallo renal, puede realizarse el trasplante sin necesidad de pasar por hemodiálisis o diálisis peritoneal.

Es una alternativa de tratamiento en el fallo renal. Consiste en colocar un acceso vascular (catéter o fístula) para extraer sangre y pasarla a través de un filtro/máquina que limpia las toxinas del cuerpo, realizándose de 2 a 3 veces por semana en una clínica especializada.

Es una alternativa de tratamiento en el fallo renal. Consiste en colocar un catéter dentro del abdomen, permitiendo el ingreso de líquido especial, que se mantiene varias horas, absorbiendo toxinas, para posteriormente ser extraído y eliminar las toxinas del cuerpo. Se realiza de manera diaria en un espacio adecuado en casa.

Los litos o cálculos renales, se forman por múltiples alteraciones del metabolismo. Al determinar la causa e iniciar tratamiento médico dirigido, se pueden eliminar y prevenir nuevos litos, evitando los dolorosos síntomas y hasta el requerimiento de cirugía.

Cuando los riñones sufren un daño importante en poco tiempo (medicamentos, deshidratación, hospitalizaciones) suelen elevarse los niveles de creatinina. Al detectarse a tiempo y con el manejo adecuado, suele ser reversible y evitar las secuelas en la función renal.

La proteinuria se manifiesta como orina espumosa y habla de un trastorno en el filtro del riñón. Puede ser la manifestación del inicio de enfermedades renales, por lo que es de gran importancia acudir a valoración.